Después de más una semana de ser finisher en la Xtrem Costa
Brava: Selva Marítima ya toca escribir la crónica. La verdad que por mucho que
os explique cosas sobre la carrera, creo que hay que vivirla para saber
realmente lo que se siente. Para mí más que una carrera, era una experiencia,
una aventura, un reto nuevo que cumplir después de 2 meses y pico centrada en
ella. No había día que no se me pasase por la cabeza y ya no os cuento lo
pesada que me hacía con la gente que esta más cercana a mi, me pasaba horas y
horas hablando sobre: que tenia que llevar,
cuantos km eran, como me estaba entrenando, que comer el día antes, como
plantearme el inicio, etc , etc.
Antes de la Xtrem del 18 de Mayo…
Mi inscripción a la Xtrem coincidió con el comienzo de mis
entrenamientos con Andreu, mi entrenador, la verdad que fueron unos meses con semanas de
muchos km corriendo y yo encantada, porque disfruté muchísimo, nunca había
corrido tantos km.
Me acuerdo del último test, 6 días antes, me fue tan, pero
tan mal, me pasaron tantas cosas por la cabeza: repetirlo, pensar que lo pasaría
fatal, llorar, mil cosas. Pero lo que tenía claro es que el viernes 18 de mayo
estaría en Blanes con mis compañeros de equipo y que por mí y por toda la gente
que me ha apoyado durante estos meses pasaría la línea de meta.
Y llego el día…
Sobre las 12 ya estaba en Blanes con mi padre, no había
dormido bien, pero esto es habitual en mí la noche antes de una competición. El ambiente era espectacular, recogí el dorsal
y me encontré con los otros compañeros del team. A las 13.30 ya estábamos todos
en la salida escuchando las indicaciones de la organización, los nervios se
notaban, tenia las pulsaciones por las nubes.
Y llegaron las 14 horas, se escucho el disparo de salida y
ha empezar a correr, para variar empecé más rápido de lo que debería, supongo
que por los nervios, el ambiente y todo, porque estaba mentalizada que quería
ser conservadora durante los primeros km. Al terminar el paseo de Blanes me
tranquilicé y afloje un poco.
Durante los primeros km recorrimos 3 jardines botánicos, fue
el trozo más “light”, hasta que empezaron las escaleras, las subidas y bajadas,
la arena de la playa, etc. Y llegamos a Lloret de Mar, donde había el primer
avituallamiento y me esperaba mi padre, el fotógrafo, antes de llegar ya
llevaba unos cuantos km corriendo junto a Carles. Después de estar unos 2-3
minutos parados en el avituallamiento, rellenando bidones y comiendo un poco
seguimos por el paseo de Lloret hasta llegar a una cuesta larguísima que
hicimos caminando, no valía la pena subir corriendo y perder fuerzas cuando
quedaban tantos km para llegar a meta.
Y volvieron las escaleras, miles y miles, se hacían eternas.
Pasamos por el segundo avituallamiento y a seguir. Íbamos caminando a ratos, corriendo, charlando
y hasta el último avituallamiento los km pasaron rápido.
Llegamos al km 19,5, aquí empezó lo bueno: la escalada. Este
trozo fue mortal, duro no, durísimo, hay que vivirlo, era espectacular, pero yo
lo llegue a pasar realmente mal, encima se me empezó a montar el gemelo derecho
a la que forzaba un poco en las subidas, supongo que el desgaste ya se empezaba
a notar.
Me acuerdo de mirar el GPS cada 5 minutos y ver que no
avanzaba, pero como iba a avanzar si estaba escalando, a cuatro patas,
agarrándome a cualquier cosa, suerte de Carles que tiro de mi en muchos
momentos.
No me acuerdo cuando tardamos desde el último
avituallamiento a la meta, pero si me acuerdo que a medida que llegábamos a
Tossa de mar se escuchaba la música de la llegada y eso me dio fuerzas y ánimos
para pegar el último tirón.
Los últimos km fueron por el pueblo de Tossa, rodeados de
guiris que nos indicaban por donde ir. Me sentía muy feliz y contenta conmigo
misma, la verdad que no había ido tan mal, que digo, me había ido muy
bien. Para ser mi primera carrera de
este tipo, con un desnivel y unos km que no había hecho nunca, llegue a meta en
3.33, decima de la categoría femenina, así que ya os podéis imaginar lo
contenta y feliz que estaba.
Días después…
La verdad que repetiré seguro, pero no en la etapa corta si
no en la larga, no se si el año que viene o cuando, pero caerá seguro.
Para terminar quiero agradecer a todos los que habéis estado
ahí apoyándome antes, durante y después de la carrera, en especial a mi
familia, mis amigos, mis supernenas, coala, mis compañeros de team, Andreu y a
mis compañeros de trabajo.
Desde el día 20 que me preparó para mi próximo reto. Mi
debut en triatlón, será en el triatlón Sprint de Mataró de este domingo, ya os
contaré que tal me va. Estos días me estoy centrando más en la natación y la
bici y la verdad que ya echo de menos correr y perderme por Collserola, pero
todo llegara, porque lo que me espera después de Mataró tiene tela, pero eso ya
os lo contaré en la próxima crónica.
Salud y km!