Creo que aprendí a caminar en una pista de tenis de tierra batida, acompañando siempre a mi padre en sus partidos; aún conservo mi primera raqueta de madera y recuerdo la de veces que mi entrenador me hacía dar vueltas en cuclillas alrededor de la pista por no golpear bien. Después del tenis, seguí con el con el fútbol y el balonmano, parando todos los balones que llegaban a la portería; si bien no era muy rápida, al menos mi embergadura era de gran ayuda para ocupar el mayor espacio posible. Las lesiones siempre me han acompañado, y en el año 2000 tuve una rotura de ligamentos en el tobillo que persistió durante toda mi carrera universitaria (y muchos años más) y que me impidió cumplir parte de mis objetivos, como la posibilidad de cursar la Licenciatura de INEF.
Dejando de lado los deportes de pelotas, le llegó el turno a las artes marciales. Durante unos años practiqué una disciplina llamada "Mugendo", algo parecido al kickboxing pero con protecciones. Cansada de recibir golpes, dejé este deporte y sin tener otras metas, me apunté a un gimnasio. El fitness y el spinning se convirtieron en mi válvula de escape.
En el 2006 me propuse correr los 10km de la Cursa de Bombers. Me apunté porque me gustaba la camiseta que daban. No estaba preparada para correrlos, sin embargo, acabé la carrera como pude y horas después me desmayaba enmedio de una celebración familiar... Pero estaba satisfecha por haberlo hecho. Así que decidí empezar a correr para preparar otras pruebas.
Llegando a la meta - Cursa de Bombers, 2006 |
Seguí con mi indecisión deportiva, buscando algo que me llenase. Probé el pádel, pero mi rodilla no me dejó; volví al balonmano, pero una mala rotura (con operación y baja laboral de dos meses) me obligó a dejarlo; y entre esto, conocí a Josef Ajram. No tenía ni idea de quién era, qué hacía, pero su lema me gustó "Where is the limit? I don't know where the limit is, but i know where is not". Leí su primer libro (Dónde está el límite?) y el trasfondo de todo aquello, me llenó. No voy a hacer lo que hace Josef, pero sí quiero sentir lo que él siente. Y a través de él, llegué al club "Where is the limit?", y me encontré con un grupo humano tremendo, lleno de vitalidad, de ganas por hacer cosas, de plantearse retos individuales y comunes, y de conseguirlos solos o mejor aún, en compañía. No había chicas en el grupo, pero eso no me importó, pues siempre me he llevado mejor con los chicos (además, te cuidan más!). Aluciné con sus historias, me enteré de pruebas que ni siquiera sabía que pudiesen existir, y empecé a motivarme, a querer entrenar más, a llegar a un mínimo nivel para poder compartir con ellos alguna salida deportiva. Ese día llegó, y aunque sufrí muchísimo, me llevé el gran cariño de todos ellos, que no me dejaron sola en ningún momento. Y entonces lo decidí: voy a ser triatleta.
A partir de ese día, se sucedieron muchos otros encuentros con los miembros del club (deportivos y sociales) y dos chicas más (enormes personas cómo no!) entraron a formar parte de esta gran familia: las otras dos súpernenas, Ada y Vane. Aunque ellas me llevan ventaja en el terreno deportivo, van a ser mi guia para superarme cada día. Juntas nos hemos propuesto una serie de objetivos que van a llevarnos a conseguir un súper-reto: la Marathon Des Sables. No sé cómo va a ser el camino, pero promete ser apasionante y divertido!
Escoltada por nuestros chicos (Duatló de Cunit, 2012) |
Cuidado con la rubia... |
Pujada a les vinyes (Poblet-Prades), agosto 2009 |
Con mi hermano en la Marató del Mediterrani 2010 |
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